Como si de un Domingo de Ramos se tratase, las puertas del Templo volvieron a abrirse para que por ellas saliera la Alegría de un Barrio. De entre las sombras apareció Ella, majestuosa e imponente como de costumbre. Poco a poco y casi sin quererlo, la Señora se fue asomando a la puerta donde los rayos del sol la iluminaban, y alli congregado una multitud de fieles y devotos la recibieron entre vítores y aplausos dándole la bienvenida que merece. Una vez mas, las calles del Barrio de San José quedaron perfumadas con el embriagador olor a incienso haciéndonos recordar aquellas imágenes de nuestra niñez cuando, acompañados por nuestros padres nos llevaban hasta este Jerusalén Linarense para presenciar la entrada del divino Maestro a lomos de una burra mientras agitábamos aquellos trozos de palmas benditas que portaban aquellos nazarenos con suma Alegría.

Fueron muchas los Cofrades, así como representaciones de las Hermandades Linarenses que quisieron durante toda la procesión acompañar a la Stma. Virgen en su Procesión de Gloria llegando a ser una de las mas multitudinarias que se recuerden en el seno de esta Hermandad. La climatologia fue otra de las grandes protagonistas en esta jornada, hacía calor pero soportable, el viento dejó que la candelería luciera encendida durante toda la tarde-noche. La música corrió a cargo de la Agrupación Musical y Cultural "Maestro Alfredo Martos" de la nuestra Ciudad  no dejó de tocar durante todo el recorrido dejando muy buen sabor de boca a los alli presentes.

 Alegría de una Madre que al verla a la luz de la tarde sin su Palio podemos contemplar su divina belleza o quedarnos prendidos de sus ojos verdes que invade nuestro corazón, de su boca dulce y anhelante de amor por sus hijos y de sus tez morena. Su llegada es tan inesperada como deseada. La Reina de la Alegría avanza con el racheo de las zapatillas de sus niñas costaleras con mayúsculas pese a las altísimas temperaturas que soportaron, no dejaron en ningún momento que las fuerzas flaquearan bajo las trabajaderas de este paso cedido para la ocasión por la Hermandad del Sagrado Descendimiento de Linares.

Uno de los momentos más emocionantes de esta jornada fue la llegada de la Virgen de la Alegría de vuelta a Iglesia de San José donde ante sus Divinas  plantas el Coro Virgen de la Alegría canto para ella. Viviéndose momentos de gran belleza y difíciles de olvidar para los allí congregados. 

Alrededor de las 22:30 Horas las puertas de la Iglesia se cerraban finalizando así esta Procesión de Gloria...Faltarían palabras, calificativos, adjetivos y piropos para describirla. Radiante como siempre y como nunca, la Virgen  de la Alegría enamoró a todos y sorprendió a los que no la conocían y es que su llegada todos los años es tan inesperada como deseada...