Casi sin que hallamos podido darnos cuenta un nuevo año llega a nuestras vidas, 2011 quedará ya como un recuerdo del pasado. Enero llega a la Plaza de San Lorenzo, en donde Juan de Mesa levanta su mira frente a la Basilica bajo el frio de la plaza anelando ese momento en el que se habran las Puertas del Cielo para poder así contemplar en su interior lo creado. Atras quedo aquel niño que nació entre pañales, ya se ha hecho grande en su Poder. Le han bastado siete días para cambiar las gasas por el terciopelo y el pesebre por la cruz. En San Lorenzo recibe la oración de todos sus Hijos, escuchando las plegarias desde su altar donde las peticiones y las plegarias se prenden a las manos desgarradas del Señor de Sevilla, acercando nuestro espíritu a Su bondad y Misericordia para vivir la liturgia que nos toca. Los cultos en su honor se celebraran hasta el próximo día 6 de Enero, Festividad de la Epifanía. Un tiempo de gracia para disfrute de quienes tantas veces al año acuden a orarle con el diálogo que parte del silencio contemplativo. Hasta el día Reyes en el que se celebre la Función Principal el Señor, espera el Mayor regalo de sus Hijos que no es otro que acompañarlo en fecha tan señalada y mientras, Sevilla vestida de gala y de humildad como si fuera su Besamanos o su indiscutible Madrugá acudirá llena de Fe y Amor para acompañar a su Luz en el Mundo, al Divino Cisquero de San Lorenzo, Dios de Sevilla, Señor del Gran Poder, Reinando desde San Lorenzo. Señor del Gran Poder, vela por nosotros.