Llevo ya varias semanas con esta entrada en mi cabeza, pero no había encontrado el tiempo suficiente como para prepararla, últimamente ando un poco ocupado entre los estudios y la Formación Profesional. En ocasiones tengo poquito tiempo libre, y muchas veces tengo que elegir entre escribir y subir fotografías a esta Web, o bien dedicárselo a mi pareja y a mis aficiones. Pero como no todo tiene que ser ocupación, hace un par de Semanas aproveché para disfrutar de un magnifico y soleado Domingo junto a mi pareja en Córdoba.

Hablar de Córdoba es hablar de una Ciudad de ensueño, una ciudad mágica y que envuelve al visitante con su embrujo, con estas palabras he recordado siempre una tierra muy cercana a la mía, a menos de 1 hora y treinta minutos en coche de Linares, mi Ciudad. Córdoba tiene mucho por enseñar. Es una ciudad que es de obligada parada si decidís planificar alguna escapada de fin de semana, y os prometo que no decepciona. Ha pasado casi un año desde mi ultima visita a Córdoba (coincidiendo con el Vía Crucis Magno "El Legado de Nuestra Fe"), y aún consigue hacerme sonar mientras paseo  por ejemplo, por las calles estrechas de la Judería. Los orígenes de Córdoba se remontan a la prehistoria, y desde fenicios a griegos, hasta la gran influencia árabe, todos han dejado huella en esta ciudad importante, por ser centro minero y comercial por su río Guadalquivir navegable hecho que favoreció la gran difusión comercial y artística, y que hoy en día es de las principales urbes del momento.

Nuestro Viaje comenzó desde bien temprano, recuerdo que pese al madrugón y de las horas de viaje (ya que íbamos en bus) el trayecto se nos hizo corto porque íbamos hablando,escuchando música y planificando lo que veríamos o que visitaríamos... Y entonces llegamos a Córdoba.

La puerta de Las Palmas da acceso a un bosque de 1.300 columnas de mármol, jaspe y granito sobre las que se apoyan trescientos sesenta y cinco arcos de herradura bicolores. El mihrab, lugar santo que señala la dirección Sur y no la de La Meca, de acuerdo con la voluntad de Abderramán (hacia el río porque le llevaba hasta su Damasco natal). Ésta es una de las hipótesis, pero hoy en día está más aceptada la teoría de que la nave principal de la mezquita sigue la orientación de la calle principal (cardo) de la antigua Córdoba romana (Colonia Patricia), como se ha atestiguado en las excavaciones arqueológicas realizadas en la ciudad. El mihrab es un joyel de mármol, estuco y mosaicos bizantinos brillantemente coloreados sobre fondo de oro y bronce, además de cobre y plata.

Faltaba pocas horas para despedirnos de esta gran y bella Ciudad, pero aun nos faltaba un lugar por visitar. Situado sobre el río Guadalquivir a su paso por Córdoba capital fue construido este Puente Romano a principios del siglo I DC , tiene una longitud de 331 metros y se compone de 16 arcos. Fue el principal medio de entrada a la ciudad cordobesa, por el puente pasaba la calzada romana llamada Vía Augusta que iba desde Roma a Cádiz e incluso fue integrante de la Nacional IV. En el puente, en cada uno de sus extremos se encuentran la Torre de la Calahorra y la Puerta del Puente, esta última era la Oficina a la entrada de las poblaciones en la cual se pagaban los derechos de consumo; también se encuentra en el puente una escultura del Arcángel San Rafael , patrono y custodio de la Ciudad de Córdoba, del año 1651 de Bernabé Gómez del Río. Como decoración posee la escultura ya explicada anteriormente, farolas, bancos, una hornacina de los patrones cordobeses. Como curiosidad comentar que hasta el año 2004 estaba abierto al tráfico automovilístico, es uno de los símbolos de la ciudad y ha salido en varias películas, una de ellas es Carmen de Vicente Aranda.

Varios son los triunfos que podemos contemplar por toda la ciudad de Córdoba, pero sin duda, uno de los más bellos e imponentes es el Triunfo de San Rafael de la Puerta del Puente, que se levanta en el lugar donde antiguamente estuvo el hospital para pobres edificado por el obispo Don Pascual, también conocido como Hospital de los Ahogados, en las inmediaciones de la Catedral, el Seminario de San Pelagio y el Puente Romano. Se trata de una obra del escultor Miguel de Verdiguer hecha entre 1765 y 1781 en la que la imagen del Arcángel remata una columna que se encuentra apoyada en una enorme base. Dicho basamento de piedra simula una montaña de rocas en la que hay un paso que la atraviesa. Sobre ella, están recostadas sendas imágenes de San Acisclo, Santa Victoria y Santa Bárbara. Como saliendo de la montaña, hay un águila que porta el juramento hecho por el Arcángel de custodiar la ciudad. Éste, al igual que el resto de Triunfos de San Rafael que hay dispersos por Córdoba, está inscrito como Bien de Catalogación General por Resolución del 22 de mayo de 2009 de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

Ya de vuelta a nuestra Ciudad rememorábamos las anécdotas y vivencias del viaje, deseando volver al menos una vez mas a esta magnifica Ciudad.