La jornada comenzaba con un tiempo muy inestable haciendo que mas de uno mirada al cielo en varias ocasiones con cara de preocupación llegando a temer lo peor, pero nada mas lejos de la realidad, todo quedo en un simples conjeturas ya que a la hora prevista la Cruz de Guía de esta joven Hermandad Estudiantil hacia acto de presencia en la calle marcando el camino del silencio a todos los presentes, asi como el camino de la comitiva.

Comenzaba el recorrido por las calles del barrio con seriedad. Nada se escucha y todas las miradas se dirigían a la imagen. El Cristo de la Buena Muerte dejó lentamente la Parroquia de San José Obrero. En esta ocasión no suenan marchas, sino música de capilla. El crucificado, de imponente figura avanza con paso firme, siendo portado por un nutrido número de hermanos. A lo largo de su trayecto, numerosos cofrades aguardaban de manera respetuosa su llegada. La tarde ya murió, y vino a nacer la noche abrazando entre sus sombras el cuerpo del Stmo. Cristo de la buena Muerte. Mecido con lentitud las andas comienzan a adentrarse por las estrecheces de las calles. Filas de hermanos, luces de sus cirios que alumbran el silencio de la noche, Es ver de cerca este rostro que llena y escalofría el paisaje, un paisaje perfumado a incienso y flores.

Venciendo el Cristo de la Buena Muerte la estrechez de la calle Rosario, la Hdad. busca la Iglesia de Santa María la Mayor en su recorrido. No son pocos los fieles que acompañan a la imagen en un Vía Crucis que recuperará ya hace unos años. Una vez mas, el crucificado volvió a recorrer las calles de su barrio, que quizá espera ahora con mucha más intensidad la llegada del  Miércoles Santo y esa noche que en el barrio de San José nunca quiere que acabe.

A continuación os mostraré algunas de las Imágenes que pude realizar durante el Solemne Vía Crucis del Stmo. Cristo de la Buena Muerte por las calles de Linares